¿Qué pasaría si las muñecas de moda estuvieran diseñadas según las proporciones físicas reales de un ser humano?
Es la pregunta que se hizo el ilustrador e investigador Nickolay Lamm el pasado verano. Bajo el leit motiv “la media es bella”, Lamm empezó a desarrollar un modelo 3D que reuniera las características estándar de una mujer estadounidense de 19 años. El resultado fue Lammily, una muñeca que no parecía cabezona debido a su extrema delgadez y que presentaba un busto normal (sin la función de chaleco salvavidas atribuido a su predecesora Barbie). Además de las proporciones realistas, Lammily lleva un maquillaje casi imperceptible y viste ropa de calle: shorts, camisetas de manga corta y zapatillas.
“¿Dónde puedo conseguirla?”
¿Aceptarían los niños y niñas una muñeca así?
Por lo visto, sí.
Las imágenes del prototipo virtual creado por Lamm se viralizaron y la avalancha de peticiones provocó que Lamm se decidiera a convertir a Lammily en una realidad.
Ayer empezó la campaña de crowfunding para dar vida de Lammily, y Lamm ya está a punto de conseguir los 95.000 dólares necesarios para la fabricación del primer lote. Por 25 dólares, los mecenas pueden adquirir la primera edición de la muñeca, que no estará a la venta en comercios habituales.
Ayer empezó la campaña de crowfunding para dar vida de Lammily, y Lamm ya está a punto de conseguir los 95.000 dólares necesarios para la fabricación del primer lote. Por 25 dólares, los mecenas pueden adquirir la primera edición de la muñeca, que no estará a la venta en comercios habituales.